Será que pienso demasiado y que a veces encuentro un extraño placer en complicarme la vida. Cometer los mismos errores puede convertirse en un mecanismo peligroso que a veces nos asusta, pero nos gusta –como bien dice la canción–, y que generalmente consiste en:
1. Sufrir por haber sucumbido.
2. Flagelarse bien y bonito (harto, bastante).
3. Dejar pasar un rato.
4. Reincidir.
Sounds familiar, my friends?
No voy a decirles con qué piedra me gusta tropezar más seguido (el pecado podría no entenderse del todo y, la mera verdad, este nivel de freakyness me acomoda bastante bien por ahora); tampoco voy a contarles cuál es mi método favorito de tortura, pero si están pasando por un momento difícil y quieren abandonarse un poco más de lo debido al drama, escuchen esta rola y únanse a mi particular humor de martes.
Que la disfruten.
CW*